Voy a confesar en estas líneas que dormí con mis papás hasta los 8 años. Tenía mi cama, mi habitación y hasta mi propio baño, pero yo sentía la necesidad cada madrugada de pasarme a la caliente y protectora cama de mis padres.
Ellos me recibían con amor, por supuesto. Pero hoy me confiesan que vivían exhaustos de compartir su cama para dos, con una niña grande que les quitaba la mitad de la cama haciéndolos sufrir de dolor de espalda, cuello y mal dormir.
Así que un día mi mamá decidió hacerme una habitación sanadora. Una en la que yo me sintiera tan cómoda, tan mágica y feliz que no quisiera salir de ahí.
Los trucos para lograrlo son fáciles e incluyen a nuestros hijos, eso lo aprendí de ella y hoy te los quiero contar a ti:
1. Invítalos a una tarde de té con agendas en mano para que juntos escriban cómo sería la habitación ideal: Colores, elementos, tema, etc. Inspírense en internet para tener ideas de habitación que guste a todos.
2. Vayan juntos a las tiendas a elegir los juegos de sábanas, almohadas y accesorios. Que sean los niños quienes se enamoren de cada detalle para que con esa ilusión quieran disfrutar de cada elemento elegido.
3. Llena su habitación de pequeños detalles que harán la diferencia, como lámparas de sus temas favoritos, luces que vayan alrededor de la cama e incluso canastas divertidas para su ropa.
4. Pinten la habitación en familia, no importa que no sea perfecta. El día de diversión si que lo será.
5. Crea para ellos un spray anti-monstruos para esos días en los que la ansiedad está a flor de piel.
¿Cómo hacerlo?
Es muy fácil, compra o recicla un recipiente de spray vacío (no de vidrio) y ponle un sticker o dibujo donde se vea un monstruo más la señal de prohibido que le haga saber a tu hijo que con este atomizador podrá espantar a cualquier monstruo que se le acerque. Llénalo con agua o algún agua de colonia refrescante y déjalo en su mesita de noche.
1. Crea una rutina dentro de la habitación, algo que les de calma, los arrulle y los mantenga en completa paz. Las rutinas son repetitivas, así funcionan mejor porque el niño ya lo espera con ansías, porque al cerebro va una señal conocida… ¡así que no necesitas improvisar! Puedes empezar con poner pijamas bonitas, luego la hora del cepillado y ahí procedemos con lo más divertido. Elige algo que ellos disfruten mucho: Un masaje con aceites tranquilizantes, un cuento corto, una canción que les cantes o incluso sonidos de paz como ruido blanco, viento o mar.
2. Y, por último: Insiste. Las primeras noches no serán fáciles, están acostumbrados a tu cama y soltar algo que nos gusta puede costarnos un poco. Te aconsejo que en el momento que lo recibas en tu cama, vuelvas a acompañarlo o cargarlo hasta la de ellos. Sí, se que estás cansada y con sueño, pero solo serán por pocas ocasiones. Quédate unos minutos en su cama hasta que se vuelva a dormir ¡Y repite! Con esto, estarás diciéndole con todo el amor y compañía, que su cuarto es solo uno y es ahí donde podría estar.
Con estos trucos de mi mamá, yo logré amar mi cuarto, desear estar en él y salvarles la espalda a mis papás.
Muchos éxitos con esto.
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1 comentarioLa habitación del terror – Blog OFFCORSS – Blogg OFFCORSS
Sep 21, 2021[…] hace unos años Juan Andrés y yo. Y no es para menos, desde que nacen nos acompañan en nuestra habitación, dejamos a un lado lo estético de nuestra alcoba para buscar comodidad para pasar las noches junto […]