Quiero que levante la mano la primera mamá o el primer papá que diga que la hora de dormir es lo más hermoso del día porque sus hijos se duermen inmediatamente, no molestan para ponerles la pijama, cambiarles el pañal y que todo es amor y paz en este momento de la noche. Estoy muy segura que serán pocos o ninguno los que levantarán la mano.
Precisamente pensando en ellos fue que quise escribirles y darles ideas geniales para convertir la hora de dormir en un juego más del día, siendo este el último.
Pertenezco a un grupo de mamás en el que constantemente leo que sus hijos no quieren comer, no se quieren cepillar, no quieren entregar cierto objeto que no es para jugar y cosas por ese estilo. Antes de continuar quiero que sepan que es algo sumamente normal, son bebés, son pequeños humanos que están explorando porque todo les parece fabuloso, hasta la mosca que nos causa fastidio para ellos es algo impresionante que deben perseguir para ver a donde se dirigen.
Contándoles mi experiencia, les pongo un ejemplo:
¿Cómo le cepillo los dientes a Paolo?
Al comienzo le daba asco, cerraba la boca, me empujaba el cepillo con la lengua y así, por ende, decidí llevarlo al baño y cepillarme al frente de él. Con nuestros hijos funciona muchísimo la “imitación”, ellos aman imitar todo lo que nosotros hacemos, así que es una buena forma de conseguir lo que queremos. A él le empezó a llamar la atención así que “se cepillaba” también. Como lo baño de vez en cuando conmigo, es más sencillo ese proceso de cepillarse en el baño, aunque algunas veces me toca bañarlo en su bañera, lo que hacía era jugarle con el cepillo, cantarle, decirle que sacara la lengua y le jugaba pasándole el cepillo, quitándolo así. En la actualidad ama cepillarse, incluso busca su cepillo de dientes y la pasta para poderse cepillar, el punto es que todo sea un juego.
La hora de ir a dormir ¡hagamos pijamada!
Con Paolo se ha vuelto un gran momento, le cambio su pañal y le pongo la pijama, luego le digo que una vez colocada la pijama son pocos los minutos que tenemos antes de ir a dormir. Trato de cansarlo haciendo juegos e inventando cosas que lo hagan reír demasiado.
Practico colecho (dormir con mi hijo en la cama) desde los dos días de nacido de él, la cuna solo es utilizada para que vea televisión o para tenerlo ahí mientras yo necesito hacer algo, aunque las siestas del día también las toma ahí.
Sin embargo, la cuna también es el pequeño lugar donde me invento muchos juegos para él. Le escondo cosas entre los cojines, así lo animo a buscarlas y algunas veces le atravieso de lado a lado mi cobija gruesa como haciéndole una “casita”, él se acuesta y yo le juego levantándola y bajándola.
Consejos:
– Al momento de ponerle la pijama, explícale que el tiempo que tiene es corto porque deben ir a dormirse.
– Créale una rutina que varíe muy poco para que él vaya relacionando cada actividad con la hora de dormir.
– Juega un rato con él luego de colocarla la pijama, no trates de hacerlo dormir enseguida porque cuando la vea cada noche sabrá que es hora de dormir y no podrá jugar más, por ende, la relacionará con “no puedo seguir jugando”, así evitas un trauma futuro en el que no quiera colocarse la pijama.
– Es importante que los juegos que practiques con él a la hora de dormir no los hagas durante el día para no confundirlo, no permitas que juegue con juguetes que utiliza comúnmente en las mañanas o en las tardes.
– En caso de que tu bebé (como Paolo) vea televisión, no permitas que vea pantallas al menos treinta minutos antes (lo ideal sería una hora) de ir a dormir, su cerebro queda “activado” y le va a costar poder dormirse y poder descansar.
Espero que algo de esto te haya ayudado, al fin y al cabo, ese es mi objetivo. Como siempre, te deseo mucha PACIENCIA, recuerda que es la clave del éxito, además, serán niños una sola vez.