Como saben mi hija Sophie ya tiene 2 años y 5 meses y aún no ha dejado al 100% el pañal, lo cual me aterra porque quisiera que fuera ¡ya!
Es un proceso de MUCHA PACIENCIA, de comprensión y mucho amor, como padres tenemos un grave error y es comparar, ¡el hijo de la vecina tiene 2 recien cumplidos y ya va al baño solito! Y hacemos preguntas como: ¿cómo hiciste?, mi hija aún no ha podido; y ese es un error grave pues desde que nacen nuestros hijos debemos saber que para absolutamente todo el proceso de desarrollo, cada etapa de crecimiento y desarrollo motriz ellos van a su ritmo, no todos van avanzando en la misma velocidad, así que no debemos comparar, que si ya camina el hijo de la vecina y el nuestro no, que si ya come solito, si ya habla claro, etc., estas son algunas de las comparaciones que los padres primerizos hacemos con frecuencia.
Al inicio les decía que Sophie no lo había dejado aún al 100% y es que cuando está en el jardín avisa y va solita, ya no tiene accidentes de orinarse en sus pantaloncitos. Hace unas semanas llegaba a casa y seguía así todo el día, le tengo dos “micas” en casa para que no tenga que correr y evitar accidentes de que no alcance a llegar y en las noches si le pongo, pues aún es muy temprano para que pase toda la noche sin pañal y no tener accidentes, ¿pero saben? Lleva una semana donde siento que nos devolvimos en el proceso, en el jardín todo es de maravilla, pero al llegar a casa no avisa y tampoco va solita y hemos vuelto a tener cantidad de accidentes, y es frustrante pero debemos analizar por qué lo hace.
Actualmente le remodelamos su habitación y sus juguetes tienen nueva locación, así que al llegar a casa solo quiere jugar y jugar, a veces ni llega a almorzar porque prefiere estar jugando y yo sin ser la más experta tengo la certeza de que esto también influye en que no quiera tomarse el tiempo de ir al baño.
Cuando vayamos a iniciar este proceso el cual no tiene hora ni fecha en el calendario, sencillamente nos damos cuenta que es el momento cuando ellos ya identifiquen que es “chichí” o “pis” y “popó”, cuando ya hayan hecho y te digan “mami chichi o mami popó” ese es el momento de comenzar este proceso.
¡Hoy les quiero dar un par de tips para este proceso que para nosotros como padres pareciera eterno!
Cambiar el tipo de pañal
Cuando ya identificamos que el momento ha llegado debemos cambiar el tipo de pañal, normalmente usamos los convencionales que tienen dos tiras a los lados que se pegan al pañal ajustando la cintura de nuestros bebés, estos los cambiaremos por los llamados “tipo calzones” o de entrenamiento. Esto hará que ellos comiencen a bajarse solitos el pañal semejando los que serán sus primeros calzoncitos.
Informar en el jardín
Si tienes tu bebé ya en jardín, el proceso será más fácil pues ellos pueden ir en grupo con sus compañeritos al baño y ellos por imitación lo hacen todo más rápido. Coméntales a las profesoras para que estén pendientes y hagamos juntos el proceso en casa y en el jardín.
Comprar bacinillas o “micas”
Yo recomiendo comprar dos, una para tener en el jardín y otra para tener en casa, si tu casa es de dos pisos te recomiendo tener dos en casa para que no sucedan accidentes por las distancias.
La comunicación
Esta parte es fundamental en el proceso, debemos hablarles muy frecuentemente a nuestros bebés acerca de este cambio que deben hacer y entenderlos cuando tengan estos accidentes, muchos padres cometemos el error de regañarlos cuando tienen estos accidentes pues en medio de la frustración sentimos la necesidad de reprenderlos, pero es bueno que sientan que los entendemos y hablamos con ellos para que entiendan que estuvo mal, también ayúdate con ¡los premios! Cada vez que avise y se siente en la bacinilla dale una gomita o un sticker.
La paciencia
Este tip es el más necesario en todo el proceso, debemos dedicarles tiempo a nuestros bebés para que puedan con calma ir aprendiendo de este proceso y cuando veamos que retrasaron el proceso por algún factor de distracción debemos con paciencia volver a iniciar.
Cada proceso de nuestros hijos es toda una aventura que debemos afrontar con mucho amor y paciencia. ¡Anímate a intentarlo!