En los diferentes procesos del desarrollo infantil, la crianza juega un papel determinante. Pero muchas veces, quienes criamos nos quedamos sin herramientas para acompañar a los niños a alcanzar esos hitos del desarrollo o esa inteligencia emocional por los que nos desvelamos los papás.
Empezamos a buscar en Google: “cómo lograr que mi hijo coma”, “cómo calmar los terrores nocturnos”, “a qué edad debe un niño dejar el pañal”, y la lista interminable que nos responden con un mar de información que no sabemos si es peor la “enfermedad” o las mil propuestas de “cura”.
Aplicamos cada tip, entramos en conversaciones interminables, argumentos de ida y de vuelta con nuestros hijos. Pero, no sucede nada nuevo. El niño sigue haciendo resistencia a la hora de comer, durmiendo intermitentemente por causa del miedo y usando pañal cómodamente.
Yo he comprobado que en medio de esas situaciones desesperantes, aparecen unas ideas que he llamado “salvavidas de la crianza” porque son tan simples que jamás imaginamos el poder que pueden llegar a tener. Esas ideas resultan de la combinación de las creencias de esa familia (pues a veces, es una oración al ángel de la guarda todas las noches), del todo poderoso Google (pues a veces, es algún tip o teoría alrededor de nuestra preocupación), de la creatividad de la mamá (pues a veces, es una gomita como incentivo al usar el sanitario) y de la capacidad de confiar en esos papás que tiene el niño (pues siempre, depende de que él se crea cualquiera que sea el cuento que le echamos para transitar por su desarrollo).
Les comparto algunas de esas estrategias, que no son inventadas del todo por mí, sino una mezcla de los factores previamente enunciados:
- Splash “sin miedo”: la hora de dormir es un reto para los niños y sus papás, y dormir la noche completa es una habilidad cerebral que implica tiempo. Los objetos transicionales como peluches y cobijas son una opción y el famoso chupo es otra opción. Sin embargo, yo elegí hacer un splash al que le pusimos “sin miedo” y tiene aceites esenciales de lavanda y naranja. Lo echamos en sus pijamas y en las almohadas para que la aromaterapia haga lo suyo mientras nosotros desplazamos la atención del miedo al splash.
- Cartel de pequeños pasos para grandes metas: a veces lograr que los niños coman o cooperen con labores de la casa es complejo, y me pasaron ambas situaciones hasta que me encontré con una técnica usada en sicología para modificar algunas conductas que se llama “economía de fichas” y consiste en fijar una meta y los logros que se deben cumplir para llegar a ella. Hicimos una tabla visible en casa donde anotamos las metas y cada día de la semana que lo iban cumpliendo obtenían una estrella y el privilegio de elegir qué canción oír mientras comíamos, o mientras organizábamos la casa.
- Libros, siempre libros: hay libros con la historia de un niño que no quería comer, o de un pato que tenía miedo de dormir, o de un cocodrilo que tiene celos de su nuevo hermanito… los libros tienen el mágico poder de poner una situación en cabeza de otro y viéndola desde afuera es mucho más fácil comprender la conducta e incluso modificarla.
- Érase una vez, cuando la mamá era niña: en esa tónica de poner las situaciones en piel ajena, me funciona mucho contarles a mis hijos historias de cuando yo era niña y no quería probar vegetales, o tenía miedo al dormir, o me negaba a organizar mi cama. Es para mis hijos tan fascinante que esas historias me las piden una y otra vez a la hora de dormir.
Creatividad, disposición para fallar, y mucho sentido del humor y de la empatía han sido mis claves para que estas cuatro estrategias de verdad me salven la vida en situaciones muy puntuales en las que mi sentido común ha fallado.
Comments
1 comentarioErica jimenez
May 17, 2019Hola, me gusta tu página, tengo 2 niñas y para a mí a Sido difícil la crianza, soy madre separada y duermo con ellad, no sé cómo sacarlas, me pueden ayudar, gracias
Morena
May 16, 2019Hola buenas tardes, me gustaria si pudieras compartir la !economia de fichas! Me agrada mucho el tema. Gracias por compartir tengo poco siguiemdo tu blog y en instagran. Gracias!! Tengo dos niños. Bendicioned