Aunque parece un tema de moda, debemos reconocer que nosotros los adultos, lo empezamos a escuchar y a relacionar con nuestras conductas hace muy poco tiempo, de ahí la importancia de volverlo un tema simple y muy común en las conversaciones con nuestros hijos. En este artículo te enseñaremos cómo abordarlo de una forma sutil y consistente:
Empecemos comprendiendo qué es la inteligencia emocional
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad que poseen las personas de gestionar sus emociones y de reconocer las que están viviendo las personas a su alrededor. Esta permite que se construyan relaciones interpersonales positivas y casi que asegura el éxito al momento de relacionarse con los demás.
Para entender mejor la inteligencia emocional, cabe aclarar que esta se da como resultado de la mezcla de diferentes habilidades sociales que son sumamente útiles. Algunas de estas habilidades son el autoconocimiento, autocontrol, automotivación y empatía. Todas estas se traducen en reconocer, empatizar, controlar, elegir y aprender. Esto hace que sea una inteligencia indispensable para tus pequeños ya que les facilitara el relacionarse con su entorno y mejorará su autopercepción.
Tipos de inteligencia emocional
La inteligencia emocional se conforma a su vez de dos elementos principales:
- Inteligencia intrapersonal: Se entiende como la inteligencia que se asocia al aspecto interior de la persona tal como el reconocimiento de sus emociones y la gestión de las mismas. Incluso influye en la relación que construimos con nosotros mismos
- Inteligencia interpersonal: Por otra parte, la inteligencia interpersonal se entiende como la habilidad de comprender a las personas con las cuales nos relacionamos día a día, esta inteligencia facilita la adaptación a entornos sociales.
Beneficios de tener y controlar asertivamente la inteligencia emocional
Ya te contamos en qué consiste la inteligencia emocional, pero ahora es momento de saber que tan beneficiosa puede ser para tus hijos. Ayudarlos a familiarizarse con estas conductas, les permitirá aumentar la tolerancia a la frustración y tener un mejor manejo de la ira. Otros de los beneficios que pueden tener tus pequeños son:
- Ayuda a construir relaciones desde la empatía
- Comunicarse de forma eficaz
- Evita el estrés y la depresión
- Impulsa el crecimiento personal
Sabemos que en la teoría todo parece muy sencillo, y no es que en la práctica sea difícil, pero sabemos que esto depende en gran parte del temperamento de los niños, en sus sistemas de crianza y en la manera como esté acostumbrado a relacionarse con los demás, así que no te estreses si es algo que toma tiempo, pues debemos ser realistas y entender que todo lo que se relacione con la conducta humana, requiere de adaptaciones que no se dan de la noche a la mañana.
¿Cómo enseñarla a los niños?
Hay diversas formas y acciones con las cuales puedes enseñarles poco a poco a tus niños cómo aplicar la inteligencia emocional. Lo más importante es que elijas las maneras ideales para tu pequeño y te asegures de ser muy constante con las mismas. A continuación, te dejamos algunas ideas que te pueden ser muy útiles para familiarizar a tus hijos con este importante tema:
- Enséñale a identificar las emociones básicas: la tristeza, alegría, rabia, miedo, etc.
- Ayúdales a reconciliarse con ellas, explícales que no está mal sentirlas
- Invítalos a ponerles nombre a la emoción y a expresarla sin ningún temor a ser señalados
- Háblales sobre tus emociones y cuéntales que también te pasa a ti. Ayúdales a normalizar el tema para que jamás se sientan mal, ni juzgados.
- Conversa con él sobre el motivo de su emoción y ayúdalo a buscar alternativas para sentirse mejor
- Enséñale la importancia de la respiración y lo oportuno que resulta tomarse todo con calma y no actuar de forma precipitada
- Invítalo a llegar a una conclusión acorde a su propia visión del mundo y oriéntalo para tomar la mejor decisión, aquella que le dé más tranquilidad en su mente y su corazón
Lo más importante es que lo ayudes a conectar con su “yo” interior, a escuchar su propio cuerpo y a convertirse en un aliado de la calma y la respiración.
Recuerda que es con el ejemplo que los más pequeños aprenden a actuar, lo que significa que tus conductas se convertirán en el camino idóneo que los llevará a ser y comportarse de la mejor manera.
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