Estoy feliz de compartir este espacio con ustedes, soy Manuela Zuluaga, psicóloga clínica, apasionada por temas de bienestar, autocuidado y crianza; y aunque no soy mamá, soy una fiel creyente de que, para estar bien, también es importante mencionar los temas de los que poco se habla; porque vale la pena normalizar esas conversaciones incomodas y confrontadoras que surgen cuando decidimos ser mamás.
Así que, hoy quiero hablarles, de la mano de OFFCORSS, de un tema que me inspira, porque es algo que no se menciona muy a menudo, sobretodo en nuestra cultura, porque tenemos la idea de que “mamá puede con todo”, “mamá tiene todo bajo control” o “mamá siempre está feliz y el centro de su vida son sus hijos”. Y aunque, sí es cierto que el amor maternal es muy incondicional, también hay que hacer una pausa y pensar, si todo esto es real y qué tanto desgaste, ojo, hablado desde el amor, conlleva asumir este rol.
Porque, aunque sea algo planeado o no, tenemos que tener en cuenta que ser mamá es todo un proceso que lleva un sinfín de cambios muy notorios y no solo físicos, sino en todos los aspectos de nuestra vida, porque, sí, eres mamá, pero también eres esposa, hija, sobrina, hermana, empleada, emprendedora etc., lo que quiero transmitirte es que antes de ese maravilloso rol, también tienes una vida que ya construiste y que, aunque sí se debe modificar, no debe pasar a un segundo plano o ser olvidada.
¿Cómo equilibrar tu tiempo siendo madre?
Para que tengamos un orden y no nos desviemos del tema, quiero darte 7 consejos de, cómo equilibrar tu propio bienestar, como mujer, con el cuidado de tu bebé; que te pueden ser muy útiles si en algún momento sientes que no estás con un norte seguro, ¡ojo! que también debemos permitirnos no tener todo bajo control y más cuando pueden darse cambios tan transcendentales durante esta etapa.
Así que el primer consejo que te doy es conocerte; tal vez te pueda sonar un poco raro u obvio, pero, a veces por los comentarios externos de lo que está bien o mal hacer, puede que no sepamos elegir entre lo que de verdad nos gusta, lo que hacemos porque nos nace y lo que puede que estemos haciendo por la presión social; así que quiero que pienses cuáles son esas actividades que más te gustan como mujer, lleva tu mente a recordar esos momentos en los que te sientes plena.
Ahora quiero que saques un ratico del día, no tiene que ser mediodía, con una hora basta, para que hagas eso que sientes que te recarga de energía y te vas a enfocar en estar presente todo el rato que asignes para esta actividad, sé que es difícil y más en los primeros meses del bebé. Pero es algo sano, el hacer planes que no incluyan directamente a tu pequeño.
¡Recuerda que no estas sola!
Si te estas preguntando, ¿Qué momento saco este tiempo si siempre estoy con mi hijo?, por eso, el otro consejo que te sugiero, es delegar, aunque nos cuesta al principio, debemos desarraigarnos de esa idea de que ser mamá incondicional es estar 100% presente todo el tiempo.
Así que puedes pedirle a tu pareja, a tu mamá, a alguien de confianza que se encargue de tu bebé, mientras tú haces algo que disfrutes, o también puedes aprovechar esos espacios en los que tu hijo está descansando, para ver o hacer eso que tanto te gusta, puedes meditar, hacer ejercicio, pintar, todo lo que te haga conectar con tu esencia.
Te recomiendo hacer esto paso a paso, para evitar que puedas llegar a sentir culpa, porque es normal querer estar presentes todo el tiempo en los primeros meses de tu bebé, lo importante es ser consciente de que también necesitas dedicarte un momento de tu preferencia durante el día.
Mamá da un visualiza tus anhelos
Para el cuarto consejo, quiero que pienses en todas las áreas de tu vida, desde lo académico o lo laboral, espiritual, social, maternal y personal; quiero que medites de cuánto porcentaje de importancia le estás dando a cada uno, porque es importante ir equilibrando tu vida en cada aspecto. Recuerda que lo queremos es alinear nuestra vida como mujer, siendo mamá. Este ejercicio te permitirá hacer conciencia de la importancia que le estás dando a cada aspecto, la clave está en que todo esté lo más equilibrado posible.
Ahora, no dejemos de un lado lo físico, porque sin ser superficiales, consentirnos eligiendo ropa que nos guste, cambiando de look, un día de spa, todo esto hace la diferencia a la hora de sentirnos más cómodas y seguras con nuestro cuerpo, que es de los cambios más notorios que tenemos durante esta etapa y por lo que en la mayoría de los casos nos empezamos a sentir mal, afectando nuestra autoestima.
Así que puedes elegir un día para ir de compras, no tienes que comprar toda la tienda, solo darte un detalle que vaya alineado con tu estilo y que te haga sentir que estas invirtiendo tiempo en ti; también si estas en casa, saca unos minutos para elegir el outfit, organizarte el pelo, en fin, hacer todo lo que normalmente hacías antes de ser mamá.
¡Comunica tu sentir!
Te aconsejo que te doy es, comunica lo que estás sintiendo, háblalo con la gente que tengas más cerca, con tus amigas y familiares de confianza, vas a ver lo común que es, ser mamá y no tener todo bajo control; expresa esos momentos en lo que no te sientes bien o te has sentido frustrada, ten conversaciones sobre temas que te estén afectando, mejor dicho, exterioriza lo que siente que no tiene importancia, pero que te hace ruido constantemente.
Porque a veces como mamá, puedes llegar a romantizar mucho esta etapa, y eso te llevará a sentir vergüenza al decir que no te ha gustado alguno de los cambios durante el embarazo, o que no te siente bien o cómoda con tu físico, expresa tus inseguridades; eso te ayudará a notar el apoyo que puedes tener y a verlo desde otra perspectiva.
Por último, como psicóloga, te recomiendo que, si tienes la posibilidad de llevar este proceso de la mano de un profesional, sería genial, ya que, en esta etapa llena de cambios, tu bienestar importa demasiado, así que no pases por alto cuidarte y ponerte como prioridad siempre, no desde el egoísmo, sino desde el auto cuidado.
Y con esto quiero cerrar, ten presente que cada persona es un mundo y que, por consiguiente, a todos nos afectan cosas distintas, así que no te sientas mal, ni suprimas emociones, pide la ayuda necesaria y disfrútate esta maravillosa aventura de ser mamá.
Con amor,
Manuela Zuluaga
Psicóloga clínica