Mi memoria está llena de recuerdos con mi hermano… recuerdo cuando me cogía de la mano para pasar la calle, cuando las tardes de domingo eran de juego y mamá gritaba “van a terminar peleando”. Cuando íbamos a la tienda y me compraba mi chocolatina favorita con su mesada de la semana, cuando me caía y entre burlas terminaba abrazándome; y es que uno de los mejores regalos que mis padres me pudieron haber dado fue mi hermanito…porque entre risas, llanto, diversión y aventuras experimenté la magia del amor más incondicional, real y auténtico que puede existir.
Yo no sé ustedes, pero el tener un hermano me ayudó a prepararme para salir a enfrentar el mundo. Mi hermano y yo éramos el típico “te odio pero te amo más”. Juramos odiarnos cuando por alguna razón discutíamos, en cada pelea prometíamos que no queríamos vernos más y nos retirábamos la palabra por cinco laaaargos minutos; pero de forma inexplicable poseíamos un imán que nos impedía vivir lejos uno del otro y ese imán sin duda se llamaba AMOR.
Luego, a medida que fuimos creciendo se fue convirtiendo en alguien más que mi compañero de juegos, se convirtió en mi “compinche”, en mi ancla, en mi polo a tierra y en mi modelo a seguir; mi hermano es la primera persona en la que pienso cuando algo me pasa (sea bueno o malo) y corro a contárselo para saber él qué piensa, es al primero al que le pido ayuda para salir de algún problema y es sin duda el amigo que toda la vida me ha ayudado a dejar huella desde el amor, la autenticidad y la incondicionalidad.
Alejandro no solo me ha enseñado a jugar Xbox, también me ha enseñado a darle poder a mi intuición. Me ha resaltado el valor de la palabra y la magia que tiene vivir al máximo el presente. Después de todo siempre me recuerda con su mirada ingenua y su sonrisa sincera que todo siempre estará mejor.
Sé que todos en el fondo desean tener un hermano así; yo también se los deseo porque un hermano es un amigo para toda la vida, con el que puedes compartir secretos, sueños, miedos y frustraciones. Es cómplice de aventuras y travesuras y al que puedes culpar cuando las cosas no salgan como las imaginabas; aunque realmente eso no esté del todo bien. ¡Se siente tan cool tener a alguien así, no lo imaginan!
Como dato curioso, ¿sabían que cuando se pregunta acerca de la persona más significativa de la vida, la mayoría de las personas ponen al mismo nivel a un hermano que a un padre? ¡y cómo dudarlo! Si es que, a lo largo de la existencia, con nuestros hermanos se marcan pautas de amor, incondicionalidad, amistad y alegría que nada ni nadie podrán borrar ¡Me puse sentimental!
El tiempo puede pasar y los años pueden llevarlos por diferentes caminos, pero en la mente siempre quedarán las veces que tu hermano te defendió, los abrazos que te brindó, el buen ejemplo que te dio; los caminos que te abrió cuando todo parecía no tener salida.
By. La hermana enamorada