Hoy a mis 31 años me siento una mujer poderosa y empoderada, capaz de decir lo que pienso y siento y sobretodo orgullosa de poder decidir cada paso de mi vida de forma responsable y feliz. Hoy entendí que soy lo que soy por mis padres. Porque todo cambio en el mundo, grande o pequeño ¡Comienza en cada hogar!
Me volví:
Independiente
Cuando a los 16 años mi papá me enseñó a conducir, dándome además una licencia para que yo pudiera salir y regresar de cualquier lugar donde no me sintiera cómoda, sin depender de ninguna otra persona.
Segura
Cuando a los 15 años mi mamá me habló de intimidad, protección y las formas de abuso que yo podía reconocer.
Crítica
Cuando mis pensamientos eran tomados en cuenta igual que los de mis 3 hermanos mayores.
Fuerte
Cuando mi mamá me demostró que podía llamarla y contarle cualquier cosa en el mundo sin juzgarme o señalarme por las equivocaciones cometidas.
Amada y libre
Cuando encontré siempre el amor como respuesta en cada paso de mi vida.
Y me convertí en una mamá dispuesta a hacer lo mismo con su hija. Por eso, hoy doy pequeños pasos como mamá de una hija empoderada, así:
* Le damos el poder de decidir sobre su vida, empezando primero con pequeñas cosas. Por ejemplo: “¿Te parece bien si invitamos a tu cumpleaños a estas personas?” “¿Qué ropa te quieres poner hoy?”
– La dejamos librar sus batallas. Aunque escuchamos atentamente sus problemas y preocupaciones, la invitamos a ser ella quien primero intente resolverlo. Recuerda que existirá un mundo en el que tu ya no puedes resolverle cada problema que se le presente.
* Escuchamos su opinión y le hacemos saber que su voz es muy importante para nosotros.
– Le regalamos conocimiento. Porque si hay algo poderoso en el mundo es el saber. Leemos libros, vemos programas que le enseñen algo y resolvemos cada duda que tenga así nos toque buscarlo en internet.
* La hacemos fuerte, porque sabemos que el mundo real allá fuera puede ser hostil algunas veces.
Y así, voy a acompañar a mi hija a crecer. Así la voy a ayudar a que ayude a otras mujeres cuando de ella necesite. Así, es como empoderamos a nuestras niñas del hoy.