En ese momento justo cuando los niños crecen y pasan a la pubertad pareciera que es imposible convivir con ellos. Aunque la adolescencia es una etapa difícil, se puede sobrellevar positivamente.
Lo primero es que comprendas que la adolescencia está llena de cambios físicos y hormonales muy rápidos y que se dan al mismo tiempo. Quizás recordar un poco cómo eras con tus padres a esa edad te ayude a comprender que tus hijos necesitan tu apoyo incondicional.
Cambios en la adolescencia
La adolescencia no es más que la transición de la niñez a una vida adulta con más responsabilidades. Lo difícil de esta fase es que el adolescente está buscando una identidad para desarrollar su personalidad. Es allí cuando aparece la inseguridad, la baja autoestima, la rebeldía, el rechazo y en muchos casos la agresividad.
La principal razón de estas conductas son los cambios hormonales. Las hormonas, al ser sustancias químicas tienen un efecto tanto físico como psicológico. Ten presente que, desde el nacimiento, las hormonas trabajan en el cuerpo, específicamente la del crecimiento y la tiroidea. Luego, en la adolescencia aparecen las hormonas sexuales entre estas los estrógenos y la progesterona. Estas últimas, contribuyen al cambio físico de niños a jóvenes.
A continuación, te presentamos los cambios más significativos en esta etapa:
Mujeres:
– Crecimiento de mamas y caderas.
– Aparición del vello púbico.
– Acné y sudoración de olor fuerte.
– Menstruación.
– Aumento de peso y estatura.
Hombres:
– Desarrollo de los músculos.
– Acné y aparición del vello púbico.
– Crecimiento de la parte reproductora.
– Aumento de estatura.
– Cambios de voz (gruesa).
– Comienzan las eyaculaciones nocturnas.
– Sudoración con olor fuerte.
Todo esto trae como consecuencia cambios psicológicos visibles que afectan el núcleo familiar si no se trata con paciencia y comprensión. Por eso, es normal que:
* Se vuelvan agresivos y rebeldes, hacen berrinches y para ellos todos están en su contra.
* Son inestables emocionalmente, sufren cambios bruscos de estados de ánimo. Un momento los puedes ver alegres y de un momento a otro estén depresivos.
* Pueden ver a sus padres y a cualquier autoridad como enemigos por lo que cuestionan órdenes y constantemente son desobedientes.
* Comienza el deseo sexual y la atracción física por otras personas.
Además, algunos de los cambios emocionales que pueden presentar en la adolescencia son:
* Cambio constantemente del ánimo: los adolescentes sienten que su vida está llena de problemas. Por esta razón, una simple dificultad ante sus ojos puede ser su peor pesadilla.
* Puede aparecer el egocentrismo: gracias a que la relación con sus padres se debilita, las creencias y valores que se les han inculcado desde pequeños son cuestionadas. En esta medida, tratará de forjar su propia opinión y creencias. Por eso, no te sorprendas si son contrarias a las tuyas. Además, quizás simplemente busque molestarte o solo llevarte la contraria.
* Para las mujeres suele ser difícil el aspecto físico pues el autoestima está en un constante sube y baja. Sobre todo, por los estereotipos de mujer, las adolescentes querrán desarrollar su parte física rápido.
Si ellas no observan que se dirigen a lo que el mundo dice que es perfecto puede causarles depresión y desconfianza.
¿Qué actitud y postura debes tener como madre o padre de un adolescente?
Lo primero que debes saber es que esta etapa será pasajera por lo que debes tratar de ser equilibrado y comprender que tú también pasaste por la adolescencia. Es necesario que sepas que el trato de los padres hacia los hijos en esta etapa es importante, de ello dependerá que se fortalezcan o se quiebren lazos familiares. Para ello, ten en cuenta lo siguiente:
– Una actitud positiva y la comprensión son las mejores herramientas que tienes para guiar a tu hijo.
– Evita los enfrentamientos verbales hirientes, tu mejor actitud será la de un adulto maduro.
– Nunca puedes llegar al nivel emocional de un niño que está siendo guiado por las hormonas.
Consejos para establecer una buena relación con tu hijo adolescente
1. Asume tu rol como padre o madre no como amigo
El trato de un amigo suele venir de complacencias, igualdad, camaradería y complicidad. La mejor forma de entender a tu hijo adolescente es escuchando sus problemas y tratar de solucionarlo desde el punto de vista de la responsabilidad.
2. Recuérdale cuál es su rol en la familia
No le quites protagonismo, él sigue siendo tan importante como cuando era un bebé. Por esta razón, hazlo sentir seguro, amado y que es parte de la familia. Asimismo, déjalo tomar ciertas decisiones como el lugar de vacaciones o de una salida especial. Si le interesa un tema de actualidad que tú no manejes y para él sea significativo, demuéstrale que sus palabras son tomadas en cuenta. De esta manera no solo sentirá que es querido e importante, sino que sabrás que tú valoras sus opiniones.
Una técnica que puedes emplear es realizar un juego entre la familia donde cada uno resalte las cualidades del otro.
3. No lo rechaces
El adolescente siente que no encaja en este mundo, y si sus padres lo rechazan, le estarán dando pie a la hostilidad. Por ello, evita criticar sin fundamentos, no emplees los gritos y trata de no generar peleas hirientes.
4. Acepta a sus amigos
Quizás en tu tiempo tenías a un buen amigo. Sin embargo, a tus padres no les caía muy bien, pero para ti era tu amigo. Así que trata de involucrarte con los amigos de tu hijo. Conócelos e invítalos a tu casa. Así sabrás qué tipo de personas son y verás si son o no una influencia positiva para ellos.
5. Habla bien de tu hijo
Evita hablar delante de tus hijos y con otras personas sobre sus temas, ya que puedes causarles malestar. Recuerda que los problemas de casa se quedan dentro de ella. Ahora, si buscas algún consejo de un amigo o familiar trata de pedirlo lejos de tu hijo.
6. No vale la pena molestarte por pequeñeces
¿Qué es lo importante? ¿Que apruebe todos sus exámenes o que quiera dejar largo su cabello? No pierdas la autoridad sobre cosas que realmente pueden cambiar cuando madure. Es mejor que te obedezca cuando realmente exista un problema serio.
7. A pesar de sus actitudes, demuéstrales tu amor
¿Por qué no compensarlo cuando haya hecho algo bueno como sacar la basura a tiempo? Quizás ya lleva un tiempo sin decirte mamá, papá te quiero, pero esto no quiera decir que no lo siente. Puedes demoler una actitud defensiva con un simple gesto de amor.
8. Da el ejemplo
En la adolescencia es cuando se observan los defectos de los padres, y por supuesto que tu hijo no dudará en decírtelo. No prohíbas lo que sueles hacer, dar un mal ejemplo puede convertirse en un arma en tu contra.
9. Promueve un diálogo constructivo
Muchas veces el adolescente necesita tiempo para reflexionar, pero ¿has pensado que quizás tú no tengas la razón? Hablar de muchos temas es importante, pero no discutir cuando ambas partes están alteradas es vital.
Así que no trates de imponer tu punto de vista ante su futuro, dale la oportunidad de expresar lo que desea y planea. Un diálogo constructivo es aquel donde una persona escucha y es capaz de comprender lo que la otra persona le explica sin criticar ni cuestionar.
Ten en cuenta que el cuidado de tu hijo cambia drásticamente: cuando era bebé su bienestar físico dependía de ti. Sin embargo, en la adolescencia no solo es importante el bienestar físico, cuidar de su bienestar emocional te garantizará una relación afectiva para toda la vida.
Comments
1 comentarioAna gomez
Oct 28, 2020Muchas gracias por su ayuda como entender a nuestros hijos ..
OFFCORSS
Oct 28, 2020¡Hola Ana! gracias a ti por leernos. Saludos💛