Desde la casa, hay 5 formas simples para cuidar el medio ambiente con los niños. Sí, con los niños, porque si a todos nos hubieran enseñado lo fácil que es, las islas no serían de plástico ni las montañas de residuos.
Ningún ser humano nace consciente de la huella ambiental que generamos, ni hoy ni nunca. Pero hoy es el momento en que las mamás (y los papás) podemos generar esa consciencia en nosotros y en los niños.
En cada una de estas 5 formas de cuidar el medio ambiente con los niños, la clave estará en incorporarla como parte de la rutina, así que empieza hoy y nos cuentas cómo les va:
1. Ahorren agua
Esta es una de las 5 formas de cuidar el medio ambiente con los niños desde la cotidianidad de nuestros hogares. Es una de las más potentes y en la que los niños pueden aportar ideas sobre cómo hacerlo.
Nosotros, tenemos un balde en la ducha y mientras el agua se caliente, almacenamos agua allí para después usarla regando plantas o haciendo el aseo.
Cerrar la llave mientras nos lavamos los dientes o nos enjabonamos, es otra buena práctica que una vez se adopta, los niños la aplican de manera automática.
2. No usen pitillos
Hemos visto imágenes estremecedoras de tortugas muriendo intentando comer pitillos en el mar. Y la única manera de prevenirlo, es dejar de consumirlos, porque queramos o no, pararán haciéndose pasar por alimento en las profundidades.
Nosotros, tenemos pitillos de acero inoxidable que procuro llevar siempre en mi bolso para rechazar los que nos ofrecen en restaurantes. También los usamos en casa, para esas tardes de malteadas o limonadas con extra hielo, en las que un pitillo siempre cae bien.
3. Apaguen las luces
¿cuántas horas innecesarias se queda algún bombillo encendido en cuántos hogares nuestros? Éste es otra de las prácticas que se vuelve automática una vez los niños comprenden que esos voltios de energía se crean a partir de mucha agua y mucho esfuerzo del sistema para iluminar nuestras casas. “Si no la vas a usar, el planeta la necesita” es mi lema con la energía eléctrica, y mis hijos lo aceptaron desde muy pequeños. Así que, desde cualquier edad, apagar las luces se convierte en un placer y un juego que les da el poder de cuidar el medio ambiente.
4. Reciclen plástico
Hay macropartículas de plástico en las playas y en las selvas envenenando el aire y los animales. Y sin ánimo de generar pánico en un niño, es fundamental contarles la verdad del mundo que estamos creando. Y hay proyectos maravillosos como botellas de amor, que a partir de botellas con empaques de residuos flexibles construyen “madera plástica” para casas, parques infantiles, postes o tapas de alcantarillas.
Nosotros disfrutamos el plan de enrollar empaques de mecato, bolsas y etiquetas mientras esperamos que la comida esté lista. Además, ir con los niños a los puntos de acopio a entregarlas y ver que muchas otras botellas están siendo entregadas por otras familias, es inspirador para no desistir en esa labor.
5. Separar residuos
Cada vez es más claro lo que significa separar residuos desde el momento de la generación de estos. Lo que puede volverse a usar, como el vidrio, el papel o el cartón, lo que no tiene otro uso como los residuos de comida preparada, y lo que podría devolverse a la tierra como los residuos de vegetales, flores y frutas. Separarlos sí vale la pena, sí le ahorra al estado procesos y sí garantiza que el esfuerzo de cada familia se vea reflejado en el manejo final que se hace de los residuos.
¿Cómo lograrlo? Confiando en que los niños son conscientes y quieren ayudar siempre, dándoles explicaciones simples y breves sobre la realidad ambiental y dando ejemplo como adultos en nuestra manera de usar lo que tenemos, de consumir lo que queremos y de desechar lo que no necesitamos.
Es una invitación a aplicar estas 5 formas de cuidar el medio ambiente con los niños, porque como todo con ellos, los sorprendidos seremos los adultos al verles el poder y la decisión de hacer las cosas mejor.