Sophie este año cumple 4 años y me parece que fue ayer cuando nació, cuando apenas era una bebé, aún recuerdo cada momento de su desarrollo, su gateo, sus primeros pasos, sus primeras palabras…
Todas las mamás tenemos esta frase “quisiera que se quedara bebé”. Porque sabemos que, al ir creciendo, irán dependiendo menos de nosotros ya que por si solos podrán realizar varias actividades diarias. Desprendernos de ellos al llegar al Jardín escolar es un proceso muy duro tanto para ellos como para nosotras, pero debemos irnos adecuando a cada cambio.
Sophie a la corta edad de 1 año, comenzó a mostrarme grandes rasgos de independencia; no quiere que haga todo por ella, desde muy pequeña me pide hacer todo sola. En su jardín, siempre me expresaron esa característica de ella, independiente y líder, lo cual demuestra que es algo que tiene muy marcado y, con lo cual, me siento muy identificada ya que es una característica mía y que tengo muy marcada también desde pequeña como cuentan hoy en día mis padres.
“Siempre serás mi bebé”, es otra de nuestras frases como papás, y es que es algo que sentimos toda la vida por nuestros hijos, queremos siempre recordar esa bella etapa de su infancia.
Hoy veo a Sophie como una pequeña y futura mujer independiente, empoderada, sofisticada y ¡coleccionista de bolsos! Algo que me da ternura y me causa gracia, pero a la vez me da orgullo porque siento que quiere ser como yo. Siempre en sus outfits antes de salir de casa, no puede faltar un bolso en el que lleve un par de accesorios y juguetes. Y cada vez que vamos a visitar una tienda OFFCORSS, se antoja de los hermosos bolsos de cada colección. De manera muy usual, elige uno o hasta dos ¡Le encantan!
Toda esta independencia de Sophie ha sido en gran parte al hecho de permitirle explorar ella sola: causa y efecto. Dejamos que ella se dé cuenta qué sucede al hacer algo que le causa curiosidad y, por supuesto, siempre vigilada por un adulto. De manera que no corra riesgos de sufrir una herida; es inevitable que ellos no se tropiecen, no se caigan o no se lastimen. Y por ello, está en los padres enseñarles a ser fuertes, a no temer y a volver a intentarlo.
No todas las niñas son iguales, cada una es un mundo aparte, si ves que ella quiere explorar, bríndale libertad. Si ves que, al contrario, es temerosa, precavida y depende mucho de ti, poco a poco intenta darle esa confianza con palabras tan poderosas como:
¡TU PUEDES! ¡INTÉNTALO! ¡EXCELENTE! ¡LO LOGRASTE! ¡NO TE PREOCUPES! ¡ESTOY CONTIGO! ¡ERES AUTENTICA!
Debes darle la oportunidad de experimentar, de equivocarse, de fallar o de acertar, y todo eso lleva un tiempo, según la edad y la capacidad de aprendizaje de cada niña.