“Mamá, no tengo sueño, no quiero dormir”. ¿Cuántas veces lo hemos oído? Este momento puede ser tan difícil para los niños, como para los padres. Si los niños tienen problemas de sueño, el problema impacta a todos en el hogar, a toda la familia, en especial a las mamás.
Las hormonas del crecimiento se producen durante el sueño y son necesarias para el crecimiento de los niños, para el aumento de la masa muscular y para combatir infecciones. Si los niños no cumplen con todas las horas de sueño que les corresponden de acuerdo a su edad, pueden ocasionarse problemas de crecimiento, de desarrollo físico e intelectual.
Las noches que los niños se resistan a dormir, originarán mañanas de niños cansados y malhumorados, con mal rendimiento escolar, y una mamá agotada, en un hogar tenso.
Consejos a mamá para la hora de ir a dormir
Si tus hijos presentan problemas a la hora de ir a dormir, debes poner en práctica algunos de estos consejos (o todos):
Ir a la cama debe ser un acto agradable, de juego, complicidad, cariño entre mamás e hijos. Nunca un castigo. Evita reprender a los niños con la amenaza de enviarlos a dormir. Tampoco asustarlos con figuras tenebrosas que puedan desvelarlos. Asimismo, no es buena idea la ingesta de dulces ni comidas suculentas antes de ir a dormir, ya que pueden producir desvelo.
Durante el día el niño debe agotar las energías, realizando actividades físicas, juegos, deportes, acordes a su estado de desarrollo y edad. Una o dos horas previas a la hora de dormir no es el mejor momento para actividades excitantes.
En lo posible no permitir videojuegos antes de dormir, porque estimulan la mente y la imaginación. Es preferible que el niño realice actividades más relajantes, como un baño, pintar, leer un cuento, cantar, según la edad del niño. Se pueden ensayar varias, y la actividad que produzca un resultado exitoso, debe implementarse como rutina nocturna, un ritual antes de ir a dormir, a una hora prefijada diariamente.
Si se fija una hora para ir a dormir, también debe fijarse una hora para levantarse. Entre las mejores aliadas de mamá estarán la rutina de horarios fijos y hábitos. Al comenzar a aplicarse pueden no resultar efectivas, pero con perseverancia se lograrán los resultados esperados.
Existe la necesidad biológica del sueño, pero también la conducta aprendida. Los niños aprenden imitando. Si respetas tus propias horas de sueño, ellos también lo harán. El ambiente acogedor de la habitación, con luz tenue y temperatura confortable, también es importante.
2 tips adicionales
* No desestimes las siestas. Una siesta corta, diaria, regulariza las horas nocturnas de sueño, a niños y a mamás.
~ Que parte de la rutina para dormir sea cepillarse los dientes, hacer pipi y recibir un beso de buenas noches.
Al seguir estos consejos, en poco tiempo se facilitará la rutina de dormir a los niños. Recuerda siempre, que sea un momento mágico, con amor y ternura. Lo esperarán ansiosos cada noche.