Cuando mamá está embarazada, una de las millones de dudas que pasan por su cabeza es la elección de los padrinos de su(s) bebé(s). Es una elección que nos pone a pensar demasiado, serán los tutores de nuestros hijos ¡PARA TODA LA VIDA! Obviamente, después de nosotros, sus padres.
En mi caso, la elección de los padrinos de Paolo fue muy sencilla, siempre supe que quería a mis hermanos, aunque, también quería colocar a un primo y estaba dudando por la otra mujer. Sí, quería que tuviera cuatro padrinos, ¿Por qué? Supongo que se debe a que yo soy la única de mis hermanos que tiene solo una pareja de padrinos y quería que él tuviera lo que yo no. En resumen, es una estupidez.
Los padrinos son esas personas que estarán cuando nosotros no estemos, serán esas personas que con su amor y su ejemplo guiarán a nuestros hijos por el camino del bien, por el camino de Dios, por ese camino que queremos para ellos.
Los padrinos NO SON esas personas que los LLENAN de regalos TODO el tiempo, NO es la persona que cada vez que viaja les trae un recuerdo, NO son los que tienen plata y todo lo dan. El padrino NO es eso. Los padrinos SON las personas que SIEMPRE van a estar al lado de tu hijo, es su GUÍA, su EJEMPLO, su AMOR después de ti. El padrino es quien lo acompañará toda su vida, es quien lo amará de manera INCONDICIONAL, tanto como si fuera su propio hijo. Por estas razones, fue que escogí a mis hermanos como padrinos de Paolo. Ambos son ejemplos para mí, aunque mi hermano sea menor que yo, él me enseña cosas que a mi edad no sé y él sí, y mi hermana, pues mi hermana es mayor cinco años y, ella es una mujer ejemplo para el mundo entero.
Les cuento un poquito la historia de mi hermana Daniela y entenderán la razón de mi admiración hacia ella. Cuando Dany tenía cinco años, un 12 de diciembre de 1996, le diagnosticaron Leucemia (cáncer en la sangre), ese pequeño cuerpo, delgado pero cachetón, luchó contra el mundo para salir adelante, les demostró a todas las personas que no creían en su fortaleza lo Power Rangers (era un programa de televisión que daban cuando era niña) que podía ser, y así lo consiguió. Tras años de quimioterapia y pastillas, salió campeona de eso. En la actualidad, tiene 28 años, dos carreras (Diseño Gráfico y Periodismo Deportivo) y cero rastros de cáncer en su sangre. ¿Qué mujer más perfecta en el mundo iba a encontrar para ser la madrina de mi hijo?, ¿ven por qué les digo que jamás dudé de mi decisión? Ella era la indicada, es una luchadora, una amante a Dios y a la Virgen, una mujer llena de vida y de amor para entregarle a Paolo y para enseñarle a entregarlo al mundo.
Por otro lado, está mi hermano. Tiene 19 años y es un adicto al Play Station, es tímido, muy callado al público, pero muy intenso en la familia, Juan Camilo no ha tenido ninguna enfermedad, es una persona sumamente sana, ¿por qué lo escogí a él? Porque él le enseñará a ser prudente, a ser respetuoso, le enseñará a luchar por lo que quiere (lo digo porque hasta que él no gana algo en el Play no se detiene), lo ayudará a ser perseverante, le brindará un amor infinito, y algo que amo de mi hermano, es la pasión que lo representa, él vive por la camiseta de Argentina (él se cree argentino y es hincha a morir de esa Selección), es apasionado y leal al fútbol, así que no hay una persona más perfecta para enseñarle la pasión y la lealtad hacia algo que él.
En resumen, mi hijo tiene los mejores padrinos del mundo que pude escoger para él, cada uno le enseñará algo diferente, al mismo tiempo que reforzará lo que me toca a mí.
Por eso les digo que la toma de padrinos es una decisión muy importante que no se debe tomar al azar o para salir del paso, deben ser personas que sepan que darán su vida por su hijo, personas que estarán cuando ustedes no puedan estar, personas que lo amarán, lo respetarán y le enseñarán lo correcto.
Entonces, ¿ya escogieron a los padrinos? Recuerden, son para TODA LA VIDA.