El pánico me invadió cuando escuché una voz muy, pero muy dentro de mi decir “Llévalo a piscina, ya es hora”. Había retrasado esa ida por semanas, hasta que el día llegó. Según pediatras, especialistas y cuentas que sigo todas coinciden con algo completamente cierto, la piel del bebé es SÚMAMENTE DELICADA Y CUALQUIER COSA FUERTE LA PUEDE IRRITAR, ¿cosa fuerte? Sí, sol, cloro. Creo que con eso es más que suficiente para que pensemos dos veces en llevarlos a una piscina. Sin embargo, soy mamá de la costa, las piscinas y más que eso, el mar, deben ir en nuestra sangre, es naturaleza pura y la necesitamos, pero sin dejar aun los cuidados que nuestros humanos pequeños requieren.
Para mi fortuna, en el conjunto donde Paolo y yo vivimos, tenemos una piscina pequeña (su profundidad máxima es de 110 cm) porque es sólo para los chiquitos de las casas, así que es muy limpia. Aunque, el portero del conjunto pasó más de una semana limpiando la alberca porque lo tenía al trote con que debía estar completamente transparente para el día que bañara a mi hijo en ella.
Obvio a uno le da pavor llevar a su bebé a estas bañeras gigantes para ellos, pero a veces, es necesario, para que jueguen, conozcan, experimenten y se estimulen.
Nuestra primera ida a piscina fue un miércoles (interesante día para ir, nadie va a piscina ese día), fuimos con dos primos míos, una de 12 años y el otro de 6, ambos adoran a mi hijo y lo cuidan como no se imaginan, son súper atentos y nerviosos con él, así que serían grandes manos derechas por si necesitábamos algo. ¿Reglas? Sí, les di cuatro reglas antes de ir:
Regla #1: Cuando diga “Nos salimos, nos salimos”
Regla #2: Me hacen caso todo el tiempo
Regla #3: Mucho cuidado con salpicar agua por los ojos del niño y sus oídos
Regla #4: No me mojen el cabello
(Tenía el blower hecho y no quería que me lo dañaran).
Luego de tener las reglas claras, todos estábamos listos y arrancamos a la piscina entusiasmados (yo más nerviosa que emocionada). En efecto, la piscina era cristalina, estaba preciosa.
Primero mi primo para que me ayudara si algo, luego me senté con Paolo en las escaleras para irlo metiendo poco a poco (esto es importante, no hay prisa así que hazlo con calma), cuando tuvo contando con el agua se volvió loco, pataleaba como si no existiera un mañana, estaba feliz, como yo digo “Estaba realizado”. Se emocionó muchísimo, además, el ama el agua, le gusta mucho bañarse, así que al ver esa ballena (su bañera es una ballena) tan enorme, supondré que estaba pleno, no se cambiaba por nadie.
Paolo entró al agua hasta su panza, luego, cuando sus manos tocaron esa belleza transparente, nuevamente se enloqueció, empezó a golpear el agua y veía como se levanta, así que lo hacía con más fuerza. Obviamente, no me puse a gritar por mi cabello, literalmente decía “Mi cabello” y él se moría de la risa y lo hacía con más ganas. Creo que lo vio como un juego, por eso nunca se detuvo sino hasta que lo levantaba. ¡¡¡SE HUNDÍA!!! Yo me moría lentamente, pero en alguna parte leí que ellos no se dejaban morir y tenían un sistema que los ayudaba por un largo tiempo para respirar bajo el agua, así que el disfrutaba esas hundidas. Aunque, la gloria no es eterna, solo para Dios, y tuvimos que salirnos al poco tiempo de llegar, creo que no demoramos más de 15 minutos, pero fueron los 15 minutos más placenteros de Paolo en mucho tiempo.
¿Consejos?
- Ten mucha paciencia, siempre será el primer consejo en todo lo que involucre un bebé.
- Mantén la calma en cada situación que se te presente.
- Utiliza bloqueador solar, tanto para ti como para tu bebé.
- En caso tal de que no consigas bloqueador solar, en #OFFCORSS hay vestidos de baños que lo traen incluido, ese es el vestido de baño de Paolo, por ende, no le eché, además, me dio miedo que el haya heredado mi alergia al bloqueador.
- Juega días antes con un juguete mientras lo estas bañando, y ese mismo juguete llévalo a la piscina para que él se sienta cómodo, trata de que sea un juguete solo para momentos con agua y así él vaya relacionándolo.
- Lleva su toalla.
- Trata en lo posible de no darle comida por lo menos 1hr antes de llevarlo.
- Ten un flotador a la mano para que él juegue ahí también.
- No vayas sola, siempre es mejor estar acompañado, sobre todo cuando estás probando algo por primera vez.
- DIVIÉRTETE y DÉJALO QUE SE DIVIERTA TAMBIÉN.
Ese momento debe ser de diversión, de tener un recuerdo precioso de su primera ida a la piscina porque él lo olvidará, pero tú no.
Otra cosa, hay mamás que son un toque más extremistas, yo soy algo más liberal pero sin dejar a un lado los cuidados BÁSICOS. A que me refiero con eso, hay mamás que compran la gorra para sacarlo del agua, la gorra mientras está en el agua, el flotador con techo, el flotador con tal cosa, el vestido de baño con tal cosa y sin tal cosa, y así. Yo te doy consejos, no es algo que debas seguir al pie de la letra, lo único que SI DEBES SEGUIR ES QUE DEBES PASARLA BIEN Y ÉL TAMBIÉN, el resto es decisión tuya. Pero, si tienes dudas, consulta con tu pediatra.
Oh, algo que olvidé mencionar, por favor ASEGÚRATE de que NO sea una piscina pública, uno es consiente que los niños, y algunos adultos, se orinan dentro de ella, es asqueroso. Además, sabrá Dios los productos que echan para mantenerla “limpia”.
Otro dato más, espera hasta después de los 6M, algunos dirán que hasta los 12M y no está mal, en realidad, es fantástico, ya la cosa es diferente con el mar que no hay problema si entran desde los 6M. El primer baño en piscina de Paolo fue a los 8M, como les digo, no hay afán.
Entonces, ¿ya fueron a piscina por primera vez con sus hijos?, ¿cómo les fue?, sino han ido, ¡¡¡NO TENGAN MIEDO Y DISFRUTEN!!!