- A los dos años debe dormir alrededor de 11 horas nocturnas y 2 de siesta.
- Mantener el mismo horario para dormir y despertarse todos los días.
- Crear una rutina para irse a dormir, por ejemplo:
- Lavarse los dientes.
- Lavarse las manos y la cara.
- Ponerse la pijama.
- Decir hasta mañana.
- Escuchar un cuento.
- Buena alimentación por la noche: los alimentos ricos en carbohidratos tienen un efecto calmante en el cuerpo, mientras que las comidas con alto contenido de proteínas o azúcares incrementan el estado de alerta, especialmente si se toman solas. Algunas ideas de bocaditos para comer antes de irse a la cama son: tostadas de pan completo con queso o mantequilla de cacahuete, cereales con plátanos, yogures o galletas bajas en azúcar.
- Permanecer en el cuarto del entre 10 y 30 minutos mientras el niño se duerme.
- Verbalizar la necesidad de dormir, de descansar, decirle que va a dormir rico, toda la noche…etc.
- CADA NOCHE que se pase para su cuarto, acompañarlo al cuarto de él y devolverse cuando se duerma.
- Decirle: “recuerda que los papás necesitan descansar, si te despiertas trata de volverte a dormir”. Decirle que lo repita él mismo, para que lo interiorice.