El Doctor Harvey Karp, es un médico, que piensa que los bebés necesitan un cuarto trimestre de gestación para terminar de desarrollarse en el útero y así, salir mejor y más tranquilos a la vida extrauterina.
Esto no es posible ya que el ser humano se ha desarrollado tanto que su cerebro ha crecido hasta un tamaño donde hoy por hoy puede salir bien en un parto, pero con un trimestre más esto no sería posbile.
Por lo tanto Karo propone que para calmar a un bebé recién nacido, y hasta los 5 meses más o menos, es necesario simular el ambiente del útero, que es donde el bebé estuvo casi 10 meses y estuvo feliz y tranquilo, volver a este estado lo tranquilizará.
Para simular este ambiente recomiendo estas 5 acciones, haciéndolas en este orden. En Youtube puedes encontrar un video en que se encuentran todas las indicaciones para hacerlo bien.
- Envuelve a tu bebé. El primer paso para tranquilizar el bebé es hacerle sentir abrazado como cuando estaba dentro del útero. La mejor manera de conseguir este efecto es envolviendo el bebé en un arrullo. Hay diferentes técnicas y diferentes productos que ayudan al bebé a tener esta sensación. Solo es cuestión de encontrar la técnica / el producto que mejor funciona a tu bebé. Además, el hecho de abrazar a tu bebé también evita el movimiento de piernas y brazos que provocan los cólicos y que sólo consiguen poner al bebé más nervioso. Con una mantica o cobija delgada lo puedes hacer.
- Side/stomach position. Coloca a tu bebé de lado o boca abajo. Esta posición es muy buena por que reduce el reflejo del moro (cuando los bebés abren los brazos asustados porque les da la sensación que van a caerse). Además es muy buena para liberar gases. Si tu bebé tiene problemas liberando gases está posición es básica y ayudará a reducir su malestar.
- Balancea al bebé. Una vez hayamos llevado a término las dos S anteriores, procederemos a columpiar al bebé. Hay que entender a tu bebé, qué tipo de movimiento le gusta. ¿Le agrada que le columpies? O prefiere que hagas pequeños saltitos. La cuestión es que cualquier movimiento que hagas tendrá que ser algo constante. Vas a realizarlo de forma seguida hasta que tu bebé se tranquilice. La intensidad de dicho movimiento también variará. Al principio hay que hacer movimientos con mucha intensidad para calmar al bebé. Llamar su atención. A medida que se va tranquilizando bajaremos su intensidad.
- Realiza un ruido tranquilizante de forma constante. Como el sonido de tu corazón cuando el bebé estaba en tu vientre. El ruido se puede hacer con la boca o con un aparato. Incluso puede ser el ruido de la aspiradora. Hoy día hay muchas aplicaciones de ‘ruido blanco’. Lo más fácil si realizas el ruido tú mismo, es realizar un sonido de “Shhhh”o “Mmmmm”. Igual que el punto anterior, al principio hay que hacer el ruido con mayor intensidad para llamar la atención del bebé, pero a medida que este se va calmando bajaremos esta intensidad.
- Este es la S final. Los bebés suelen tranquilizarse chupando o el pecho de la mamá o el chupo. Para mantener el bebé relajado, se recomienda que todo el proceso acabe con un breve período de pecho, o con un chupete. De esta forma, alargará el estado de relajación.