Los papás nos despedimos del año que se va. Hacemos agüeros, planeamos las finanzas del año siguiente, o hacemos mapas de sueños, ¿y los niños? Ellos, independientemente de la edad, ven que algo cambia. Unos terminan año escolar y se enfrentan a la incertidumbre de nuevos docentes y compañeros, de nuevas tareas y temas académicos; otros, entran al jardín o dejaron el pañal; algunos cambian de voz y los brazos les crecen más rápido de lo esperado; unos dejan de lactar y otros mudarán los dientes. Para todos, sin medir la edad, el año que comienza representa cambios significativos e inciertos.
Les traigo 5 listas para que hagan en familia, de modo que les permitan hablar con los hijos y cerrar el año que termina, y recibir el que llega con esperanza y alegría:
1.Lo bueno que pasó: Agradecer es la mejor manera de despedirse siempre. Hablen de las cosas ricas que vivieron: aprender a montar en bicicleta o haber montado en avión, haberse parado por primera vez o haber probado algún alimento. Si los niños pueden escribir, hagan una lista juntos, si no pueden escribir todavía, háganla de todas formas, grande y visible, para agradecer el esfuerzo de todos por ser crecer sanos y felices.
2. Lo malo que pasó: Reconocer los matices de la vida cotidiana, es sanar la vida misma. Hagan otra lista donde aparezca la pelea con el hermanito, la muerte de un ser querido o el balón que se chuzó. Enseñarles a los niños que hay cosas poco agradables, es forjarles el carácter y prepararlos para la realidad.
3. Lo que espero que pase: Soñar es legítimo a cualquier edad, y los niños son expertos. Querer ser patinador, aprender a sumar, lograr caminar o conseguir nuevos amigos, hacen parte de esta lista de proyectos a los que, como adultos, no se vale meterle el filtro de la probabilidad estadística de lograrlo. Hagan una lista de deseos fantasiosos, materiales o inalcanzables que les permitan como familia, evolucionar.
4. Lo que intuyo que va a pasar: Todos sabemos, con base en lo que nos conocemos, lo que podremos lograr. Los niños también merecen reconocerse a sí mismos, para intuir hacia dónde van. Así que hagan esta lista basados en la lista de lo bueno que pasó, porque si ese niño se hizo un excelente lector en el año que se va, podrá intuir que escribirá cuentos el año entrante.
5. Con lo que me comprometo: Cada quién tiene retos, en lo personal, en lo académico, o en otro ámbito. Así que esta lista va a tener el compromiso: levantarme con ganas de ir al colegio a conocer amigos para armar un grupo con el que podamos construir algo que soñamos. O, si sueño con ser nadador, me comprometo a ir a clases de natación así me de pereza ese día. En esa lista, también van asuntos como comprometerse a respetar, a no gritar ni golpear para pedir lo que queremos que suceda.
Hagamos nuestras listas como papás, despidamos el año que se va con conciencia y permitámosle a nuestros hijos hacer sus listas, vivir los agüeros, agradecer las alegrías y dejar pasar las tristezas. Así, sucederá para todos, el final de un año y el comienzo de otro.
¡Feliz año nuevo para todos!
Escrito por:
Caro Hernández
Bloguera y conferencista en temas de maternidad y crianza.
Instagram: https://www.instagram.com/amosermama_blog/
Comments
1 comentarioJuliana
Dic 18, 2018Me encanto!!!! Buenísima idea! Lo haré con mis hijos!!!
OFFCORSS
Dic 18, 2018¡Genial, Juliana! Es un buen momento para compartir un ratico de reflexión en familia.