Hace un año y medio, aproximadamente, mi preparación para ir a un cumpleaños era dormir todo el día, escoger la ropa un día antes, empezar a maquillar a las 8:00 p.m., salir de mi casa a las 10:00 p.m. y empezar a bailar en una discoteca. Hoy, mi preparación cambio un poquito.
Cuando Paolo nació en octubre del año pasado, ya tenía una tarjeta de invitación para un cumpleaños en diciembre, otra para uno en enero. Es más que claro, que no fue a ninguno de los dos, era muy pequeño para eso. Sin embargo, soñaba en cómo sería su primera ida a uno, si estaría feliz, si se asustaría por el ruido, todo.
Una amiga mía, fue mamá primero que yo, su bebé ya cumplió un año, y ese fue el primer cumpleaños al que asistimos, ya Paolo tenía seis meses, no había problema en salir y llevarlo a un evento así.
Ese día fue una locura. El día anterior al cumpleaños, unos primos míos estaban celebrando sus quince años en Fundación (Magdalena, yo soy de ahí) y al día siguiente vendría para pasar ese fin de semana en Barranquilla, nosotros (mis padres, hermanos, primos y tíos) habíamos planeado hacerles una sorpresa para cuando llegaran.
Todo sería el sábado, el mismo día del evento de mi hijo. Esa mañana, desperté temprano, dejé a Paolo listo, desayunado, bañado y viendo televisión. Tuve que llevar a mi otra hija (Molly, la perrita) a bañar y de ahí agarrar para el centro a comprar todo para la decoración de la sorpresa. El cumpleaños era a las 4:00 p.m. y regresé a mi casa a las ¡¡¡2:00 P.M.!!!… Corrí, literalmente, corrí. Era quien decoraría toda la casa, además, debía arreglar a mi hijo, pañalera y mis cosas. Almorcé como loca, arreglé todo (me quedó divino), me bañé, me cambié y luego hice lo mismo con mi hijo. Aunque no lo crean, a las 4:00 p.m. ya estábamos listos y saliendo para el lugar de diversión.
Les cuento algo que sé será de mucha importancia, el día que tengan un cumpleaños, hagan que sus bebés ¡¡¡DUERMAN TODO EL TIEMPO ANTES!!! ¿Por qué? Porque así van a poder disfrutar, no se colocaran fastidiosos porque tienen sueño o no se tendrán que ir por la misma razón. Afortunadamente, mi mamá había dormido a Paolo desde que salí, solo se despertó a almorzar y contra su voluntad, volvió a dormir.
Una vez llegamos, había un escándalo con la música, obvio era música infantil, sin embargo, pensé que se asustaría por el ruido. Mi mayor preocupación, era el animador, ¡gritaba mucho! Puso a los niños a que se sentaran en la parte de adelante del salón, y como mi chiquito es eso, chiquito, para sentarse solo en una silla, yo me senté en el suelo con él, debía verlo. El animador gritaba y Paolo gritaba atrás de él, bailaba, brincada, sonreía, estaba feliz y sumamente activo. Eso sí, antes de que todo empezara, yo me lleve una compota (que era su merienda) y se la di allá para que tuviera fuerza suficiente para jugar. La pasó delicioso, por mi parte, estaba exhausta, pero feliz de ver a mi hijo así. Lo disfrutó muchísimo, imagínense que hasta un premio se ganó (obvio fui yo).
Entonces, ¿consejos? Sencillo:
- Pon a tu bebé a dormir todo el día u horas antes del evento para que llegue descansado y con ánimos de todo
- Si tu bebé ya come, llévale algo para que meriende, ya sean compotas, frutas, galletas, algo que pueda comer, no sabes que habrá allá (Paolo no comía nada de lo que brindaron ese día).
- Llévale ropita extra porque si ensucia o algo.
- Asegúrate de que vaya en ropa cómoda para que pueda disfrutar.
- Para ti, vístete cómodamente también, para que puedas estar en el suelo o correártelo (si es necesario), pero no pierdas el “glamour”.
- DIVIÉRTETE, y déjalo que se DIVIERTA.
No más, es así de fácil. Les confieso que no veía la hora de que terminara por el cansancio de todo lo que había hecho ese día, pero mi hijo estaba feliz, ya quiero volver a llevarlo a otro cumpleaños.
Y ustedes mamás, ¿ya llevaron a sus chiquitos a un cumpleaños?, ¿cómo fue?