La estimulación de un niño depende de un proceso educativo que se divide en dos esferas. La primera nace en el hogar, se desarrolla por medio del amor, las caricias y las palabras lindas que llenan a los niños de ternura y felicidad. La segunda esfera es el ambiente en el que el niño se cría, como los centros educativos, la vida social y las personas que pasan el día a día con ellos…
Para que el niño se desarrolle adecuadamente y sea un niño lleno de felicidad se requiere de un ambiente rico en estímulos positivos, paz familiar y buen trato por parte de los que lo rodean.
Una mamá siempre tiene esta duda, ¿a qué edad se debe empezar la estimulación?
Nuestras expertas recomiendan que la estimulación debe empezar desde que comienza la gestación en el útero. Por ejemplo, cuando el bebé recibe una caricia de la madre en el abdomen o cuando ella le canta, sus neuronas reciben estos estímulos por medio de los receptores nerviosos del organismo, y como consecuencia ayudan a un crecimiento neuronal rápido. Los bebés escuchan todo lo que ocurre a su alrededor desde la semana veintiséis de la gestación. Lo que más les gusta es el sonido rítmico del corazón de su mamá que perciben las 24 horas del día.
Después del nacimiento del bebé, se debe continuar con estímulos caseros como son las caricias, las canciones y el amor de los padres en la casa. Es muy importante comenzar la estimulación a partir de los 2 meses. Antes de los 2 meses no es recomendable porque todavia están en una etapa de transición entre la vida uterina y extrauterina. Estos primeros dos meses deben ser un periodo de vinculación entre la madre y su hijo. Por eso, se recomienda una estimulación de canciones, masajitos y amor durante los primeros 2 meses.
El bebé nace con miles de neuronas en el cerebro. Durante los primeros años de vida esas neuronas producen una cantidad de conexiones, que en algunos casos transmiten y en otros reciben la información. Para que el cerebro se desarrolle y produzca esas conexiones se debe alimentar por medio de estímulos a través de experiencias adecuadas para la edad. Estas actividades se deben replicar a partir de los 2 meses constantemente para que el cerebro del niño alcance a dimensionarlas y recordarlas. Estas repeticiones harán que se fortalezcan ciertas conexiones. Aquellas que no se estimulan serán desechadas más adelante por un proceso llamado la poda neuronal.
Siendo así, para que el cerebro se desarrolle adecuadamente, se necesita de las neuronas, de las conexiones y de los estímulos adecuados que empiezan desde el útero de la madre. Existe la creencia que los tres primeros años son los años más importantes porque en este lapso el cerebro del niño se desarrolla y se prepara para un futuro. Pero esto no quiere decir que los años posteriores no sean relevantes, son igualmente importantes porque el cerebro del niño se sigue desarrollando toda la vida.
¡Amamos hacer parte del desarrollo de tu bebé, conoce más tips y contenido en un próximo blog! Laura y Luisa.