El chupo, chupete o chupetín (como yo lo llamo) para muchas mamás se ha convertido en un tabú. ¿Por qué? Resulta que varias creen que este objeto puede dañar la dentadura de nuestro bebé, otras que van a confundirlo con el pezón y tendrán problemas al momento de alimentarlo, al igual que con el biberón o tetero (yo le digo teterito).
Hay una gran variedad de chupetines, así como la ropa está por meses (0-3, 3-6, 6-9, 9-12, 12+) los chupetes también vienen de esa manera.
Al inicio de mi embarazo dije “No, Paolo no tendrá un chupo, quiero que use su dedito”, ¿por qué?, puede ser por tradición debido a que yo lo hice, pero también porque existía la posibilidad de que cuando estuviéramos por fuera de la casa, el chupo callera, se ensuciara y no podría volvérselo a poner, lo que quiere decir, que sería un escándalo seguro. Mientras, si lo piensas así mamá, el dedito jamás se cae, si se ensucia su mano, con un pañito húmedo puede limpiarle el dedo y “el tren se dirige a su estación”. Pasa lo contrario cuando el chupetín cae, automáticamente las bacterias del suelo hacen fiesta sobre él, y no es lo mismo pasarle un pañito que esterilizarlo en casa. Pensándolo bien, sería hasta interesante que existiera una especie de esterilizador portátil, sería la solución para muchos de nuestros problemas.
Ahora, mi opinión es simple… Decide tú, eres su mamá y tú más que nadie sabes qué necesita o quiere tu hijo. Si no estás segura de qué debes hacer, prueba dándole el chupetín, quizá lo acepte, o no. Algunos bebés lo rechazan. ¿Consejos?
- Dale a conocer el chupo por lo menos dos semanas (o un poquito más) luego de su nacimiento, que tu bebé conozca la diferencia entre tu pezón y ese nuevo objeto, así no se confunde.
- Busca el chupo que se recomienda para la edad de tu bebé. Muchos dicen “0-36”, yo te aconsejo que busques los que dicen “0-3”, “3-6” y así sucesivamente. ¿Por qué? Resulta que el chupito es diferente debido a que se va adaptando a la boquita de tu humano pequeño, entre más grande sea su boca, más grande es el chupo. Si le das a tu hijo un chupo que sea hasta los 36 meses y él apenas tiene 2, posiblemente sí se convierta en un problema más adelante. Asegúrate de darle a tu bebé las cosas de acuerdo a su edad. No más, no menos.
- Si no deseas que tu pequeñín se acostumbre al chupo, trata de no colocárselo cada vez que llore durante el día, dáselo una que otra vez e intercálalo con juguetes o cositas que él pueda meterse a la boca, así, al momento de dejarlo, no será un proceso tan largo y/o complicado.
- Esteriliza el chupetín por lo menos una vez a la semana, como mucho, déjalo pasar dos semanas.
- Ten mínimo dos chupetes. Con Paolo me sucedió que un día su chupo se me cayó y se partió, se volvió loco y no quiso aceptar el chupo que usaba antes porque era más pequeño, así que mientras mi mamá lo calmaba yo salí corriendo a comprarle otro igual. Sí, cometí el error de tener uno solo.
- No le des el chupete cada vez que llore, siempre existe otra manera de calmarlo, trata de limitarlo para cuando vaya a dormir.
Ventajas del chupetín:
- Es un efecto tranquilizador y ayuda al sueño de tu bebé.
- La succión de este produce un efecto placentero y de alivio.
- Ayuda a disminuir el SIMS (Síndrome Infantil de Muerte Súbita).
- Es una forma de entretener al recién nacido.
Desventajas del chupete:
- Si se usa de forma prolongada, se corre el riesgo de que el bebé sufra de otitis, debido a que la succión incide a que los patógenos lleguen al oído.
- Puede ocasionar accidentes si el chupo no cumple con todas las medidas de seguridad adecuadas.
- Es posible que se generen úlceras en el paladar por el contacto continuo con el chupo.
Entonces mamá, te deseo mucha suerte en esta etapa con su chupete (si decides usarlo). Recuerda que la clave es sencilla, mucha paciencia.