Quedamos en embarazo y nos llenamos de información sobre cómo cuidar al recién nacido y cómo estimularlo adecuadamente a medida que va creciendo. Recibimos consejos para aliviar el hipo, para aumentar la producción de leche materna o para enseñarles a leer. Pero hay algunos asuntos que nadie nos avisa cuando vamos a ser mamás, en los cuales yo quisiera prevenir a quién va a serlo. Al menos para que no digan que no les avisamos:
- Todo el mundo tendrá una opinión: Todos, incluso quien no es mamá, tiene una historia (trágica por lo general), una recomendación o una teoría sobre qué alimentos evitar, qué conductas reprender y qué tipo de mamá debes ser. Aprende a filtrar todo lo que te dicen, y no te sientas culpable ni te dejes señalar por ninguna de esas opiniones. Piensa que esa persona quiere ayudarte, pero no siempre ayuda lo que dice. Entonces mueves la cabeza afirmativamente, tomas nota de lo que te interese y dejas pasar lo que no resuena con ustedes como familia.
- Creerás que nadie lo hace mejor que tú: Nadie, ni siquiera el papá de tu hijo, pareciera merecer la confianza de bañar al bebé o cuidar de él por unas horas. Te notificamos que es el peor error que cometemos, porque en un par de semanas estarás agotada y esas manos extras te servirán para descansar. Pero más allá de que tú confíes en otras personas, es fundamental que tu hijo sea el dueño de su relación con su papá, sus abuelos y demás cuidadores. Así que permite que lo vistan con combinaciones particulares, o que le hablen como marcianos, pero permite que tu hijo viva con otros. Y mientras tanto, regálate un baño largo o ve a cine con tu pareja.
- Hagas lo que hagas, te equivocarás: Si me pidieran que elija una sola cosa que me gustaría haber sabido antes de ser mamá, es que nada sucederá como yo espero que pase, que la “perfección” como meta arruinará la diversión del camino y que a los ojos de tus vecinos, tus hijos o tu pareja, cometerás errores en la crianza. Así que asume que cada quién vivirá el aprendizaje que tenga que vivir, tanto hijos como padres, y que eso implica equivocaciones y desaciertos de parte y parte.
- Por ningún motivo, te olvides de ti: De manera natural, las mamás desplazamos la consciencia individual y concentramos nuestra energía en nuestro bebé. Es gracias a esto que sobrevivimos como especie. Pero también gracias a esto, las mamás estamos cada día más agotadas no sólo física sino emocionalmente. Así que queremos que disfrutes la maternidad sin dejar de un lado el desarrollo de tu esencia personal. Sigue pensando en lo que te gusta comer, en las amigas con las que te gusta conversar, en la familia que te rodea y te recarga y en esos planes que te recargan. Cuidarte es lo mejor que puedes hacer por tus hijos.
- El camino de tus hijos, no es tu camino: Así como yo he cometido y cometeré errores en mi camino como mamá, mis hijos tomarán decisiones en su camino y acertarán o fallarán como parte de su proceso. Ese proceso no lo controlamos nosotras como mamás, ni somos responsables enteramente de su andar. Así que como último consejo, a mí me hubiera encantado tener claro 8 años atrás, que los hijos no son míos, sino de la vida.
Muchas otras reflexiones se irán sumando a la lista de consejos que nadie nos dio antes de ser mamás, por ahora, asumamos estos 5 y estemos atentas, mas que a lo que nos dicen sobre la maternidad, a lo que nosotras sentimos sobre ser mamás.
Y si tienes algún otro consejo, déjalo en los comentarios, nos encantará compartirlo con todas nuestras OC moms.
Escrito por:
Caro Hernández
Bloguera y conferencista en temas de maternidad y crianza.
Instagram: https://www.instagram.com/amosermama_blog/