Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde o mejor dicho nadie se conoce completamente hasta que se convierte en mamá, pasar de ser uno para convertirse en dos, sentir, pensar, sufrir y alegrarse por otro ser no es algo fácil.
Hoy este artículo es para ustedes mamás, las que se trasnochan, las que madrugan, las que se comen todo lo que dejan los hijos, las que los dejan ser como son, las que disfrutan con sus ocurrencias…
Hoy queremos invitarte a confesar aquellas cosas que crees que está mal sentir como mamá pero que todos sabemos que piensas, porque no lo puedes negar pero sabemos que te gusta comer las gomitas del paquete que le dieron en aquella fiesta, sabemos que te haces la dormida cuando entra a las 6:00a.m. con un peluche para jugar, sabemos que por dentro te ríes cuando pinta en una pared a toda la familia pero te haces la fuerte, sabemos que cuando escoge aquel look que no combina piensas en qué ira a decir la gente… Al final le das libertad.
De igual forma sabemos que te brillan los ojos cada que lo ves sonreír, que no hay nada mejor para terminar el día que se duerma en tu pecho, que te mueres de la felicidad cuando hace su primer dibujo y cuando lo encuentras con chocolate hasta en el pelo.
Hoy le decimos a las mamás que tienen derecho a gozar cada minuto y situación, a disfrutar lo divertido que es este momento de la vida y vivirlo al máximo.
Y, ¿Quién no ha pensado “ojalá no se los coma”?
o ha buscado la manera mas creativa de hacerlos sentir en el puesto de mamá.
Sabemos también que no te gusta que se ponga el disfraz de Spiderman cada que van al centro comercial…
Este aprendizaje de mamá nunca terminará, pero mientras mas divertido sea, será mucho más feliz.
¡Comenta! confiesa tus secretos de mamá…