En esta oportunidad, quiero hablarles sobre la silla de comer que puede convertirse en tu mejor amiga o enemiga, depende de cómo se la presentes a tus hijos.
Lo primero y lo más importante que he tratado de recalcar en cada escrito, es que con los niños TODO debe ser un juego para volver divertida y pacífica cada hora, desde comer, bañarse, recoger, hasta poder dormir.
Cuando somos padres primerizos nos emociona la idea de la lista que debemos hacer para comprar lo que nuestros hijos necesitarán a medida que vayan creciendo. Cuando se aproxima la fecha del inicio de la AC (Alimentación Complementaria) lo ideal sería poder comprar una silla para comer, en caso de que económicamente no sea posible, te las puedes ingeniar con una silla de tu mesa del comedor o incluso, una silla de plástico.
¿Qué debes hacer?
Lo ideal es que días antes de iniciar la AC con tu bebé, lo sientes en la silla destinada para comer y así se vaya acostumbrando a ella. Desde lo personal, es importante enseñar culturas y costumbres a Paolo desde muy bebé, a medida que crece le enseño y lo adapto un poco más con nuestra familia y lo que hacemos. Como es habitual, almorzamos y cenamos juntos en la mesa del comedor, todos al tiempo.
Quiero recordarles que a los niños hay que enseñarles desde la diversión y el juego, por eso, la alimentación al inicio normalmente es más exploración que ingerir alimentos, lo cual no está mal, recuerden que es COMPLEMENTARIA al menos hasta el año. Sin embargo, ese no es mi tema, no es mi fuerte, ni me especialidad, pero es la idea básica que debemos tener.
Todo era magnifico con Paolo y la silla, él amaba su silla, la buscaba apenas veía que traía comida para él, pero como no todo es perfecto, poco a poco fue cambiando la cosa. A medida que crecía, iba notando las diferencias y similitudes, entre lo que él y yo comíamos o hacíamos, lo cual es completamente normal en ellos. Cuando crecen, van descubriendo y forjando su personalidad.
Resulta que Paolo un día se “rebeló” y decidió dejar de comer en la silla, simplemente me dijo que no quería comer más ahí y así fue, no lo hizo. Formó un “show” hasta el punto en que bueno, me resigné y dije “listo, pásate a la mesa del comedor con nosotros”, hicimos así.
Con mucha, pero mucha paciencia hicimos esa transición de la silla de comer para bebés a la mesa del comedor con sillas normales.
Consejos
* Ten mucha paciencia sé que no es para nada fácil porque soy una persona sumamente impaciente, siendo honesta con ustedes, pero de alguna u otra forma me ha tocado aprender.
* Juega y diviértete con él. Esto hace que las actividades y tareas diarias sean más sencillas de sobrellevar.
Literalmente esos los únicos dos consejos, así como tu hijo demoró tiempo en aprender a gatear, caminar, voltearse o hablar, así tomará su tiempo para aprender a acostumbrarse a una mesa diferente, a una silla diferente y de alguna manera, a un ambiente diferente.
Como siempre y, como te he recalcado en el artículo de hoy, mucha PACIENCIA, todo a su tiempo, cuídate y si no tienes que salir de la casa, no lo hagas.
Comments
1 comentarioSoraya
Jul 22, 2020Te felicito por tus artículos, eres una Mamita muy joven y dedicada a tu bebé.
jairo
Jul 9, 2020Buenos consejos….